vuelvo a escribir
la verdad es que las últimas semanas han pasado super rápido. desde mi viaje a quito-guayaquil-lima, y mi regreso se han ido los días volando. primero despidiendo a moli ese fin de semana y luego tuve una semana super agitaba en el trabajo en el df, y de ahí comenzó el curso de dos semanas que damos a nuestros clientes de latinoamérica.
[cena de sushi en nuestra casa -Max y Martina estaban hartos de tortillas]
la primera semana es en querétaro y la segunda en el df. todo salió super bien. tuvimos a 30 participantes de diferentes países: puerto rico, guatemala, panamá, nicaragua, el salvador, perú, chile, argentina, ecuador, brasil y mexico. en su mayoría era gente menor a 30 anyos.
yo di presentaciones de cuatro temas durante la primera semana. así que durante la manyana si tenía bastante trabajo, pero después por las tardes jugabamos fútbol, voley, basket, etc... después cenar y más tarde las cervezas o incluso los tequilas... estuvo muy bien. me la pasé super bien a pesar de ser trabajo. incluso hasta creo haber cerrado algunos tratos con algunos clientes...
[Martina y Rosa cargando sus energías en la pirámide de Sol en Teotihuacán]
unas vez terminadas esas dos marathónicas semanas, quedé super cansado y pasamos un fin de semana descansando. bueno, también salimos a correr el sábado y domingo en el bosque de Chapultepec, que nos queda cerca.
de ahí el martes pasado vinieron max y martina al df. ellos habían estado viajando por el caribe mexicano y la región de chiapas, antes de venir acá. el martes tuvimos una noche super tranquila, pero el miércoles salimos a un barecito (La Botica) donde venden mezcales y cerveza (exclusivamente). Comenzamos con una ronda y después pedimos más, hasta cierto punto que dijimos, bueno, ésta es la última. y después de un rato más, no no -ésta sí es la última. y bueno,así unas cuantas veces así que al final si salimos super emocionados de ahí. eso en viernes no hubiera sido problema, pero en miércoles... yo al otro día estaba como zombi en el trabajo. tomando litros de agua y comiendo unas galletas integrales para tratar de tapar el tufo del aliento. pero bueno, la noche del miércoles estuvo super divertida y valió la pena. en el trabajo me daban a ratos ganas de tirar la toalla e irme a caso por alguna "emergencia familiar".
pero aguanté como un buen "güey" y me quedé en la oficina hasta las 17hrs. ni un minuto más tarde. eso sí, lo que me tocó cancelar fue mi clase de portugués de 17 a 18.30.